jueves, 14 de abril de 2011

¿Universidades o empresas?

Por: Hernán Mira Fernández

La propuesta del gobierno de reformar la  Ley 30 de 1992 está bien centrada en  mecanismos de inspección y vigilancia de las universidades y deja a un lado el respeto  y desarrollo de la autonomía de éstas. Mientras la Constitución del 91 consagra la  “educación como un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función  social” (art. 67) y “garantiza la autonomía universitaria… el Estado facilitará  mecanismos financieros que hagan posible el acceso de todas las personas aptas a la  educación superior” (art. 69), el gobierno Santos propone universidades con ánimo de lucro y la inyección de capital privado a las públicas con lo que quedarían como especie de empresas  de capital mixto, donde el interés público queda  entremezclado con el privado.

La reforma la presentó el gobierno por su lado,  desoyendo la voz del Consejo Nacional de Rectores de la Asociación Colombiana de Universidades,  Ascun, que pidió participar en su discusión y  análisis antes de presentarla a la opinión pública.  Mientras los presidentes y ministros andan siempre del brazo de los empresarios, a quienes sí se les  dan todas las ventajas y gabelas, a las  universidades se las trata como ciudadanas de segunda  clase o de peor familia. Es tanta esta preferencia,  que ahora con esta propuesta se pretenden instituciones de educación superior con ánimo de  lucro como empresas y las públicas con inversión  privada, con lo que se puede mercantilizar la  educación pública desvirtuando su concepto de  derecho que siempre debe ser protegido.

El grupo de rectores planteaba lo conveniente de  primero expedir una ley estatutaria del derecho a  la educación y la defensa de la autonomía universitaria, lo que no aparece en la propuesta gubernamental. Lo que ahora se propone para financiar un crecimiento en los cupos del 37% y  mejorar la calidad, se invertirían $1,2 billones  públicos y otros tantos privados, eso corresponde  a financiar solo el 15,8% de los nuevos cupos,  menos de la mitad de la meta propuesta.

El presidente de la Ascun, José Fernando Isaza,  plantea con sobradas razones que destinar impuestos

a subsidiar sectores menos favorecidos, es una  función fiscal que algunos  descalifican como  asistencialismo. Pero cuando se destinan a favorecer sectores privilegiados los llaman incentivos  para generar riqueza y empleos, que tantas veces  no se ven. Así las cosas, no es para nada extraño  que la concentración del ingreso en Colombia  después de impuestos es muy igual a la de antes  de impuestos, dice Isaza. Mientras el índice de  concentración (Gini) después de impuestos en  países desarrollados, mejora hasta en 8 puntos.  De acuerdo con esto, entonces, sería más el  beneficio del capital privado en su participación  en la educación pública que el logro de acceder a  la universidad de las clases más desfavorecidas.  Al pueblo nunca le toca, como en el conocido libro de Salom Becerra.

--
Secretaria de Comunicaciones
Asociacion Colombiana de
Estudiantes Universitarios 

NON TLC UE-COLOMBIA

ALVARO URIBE PERSONA NON GRATA METZ - FRANCE

domingo, 10 de abril de 2011

Denuncia pública de Aracely Cañaveral desde la cárcel distrital de mujeres en Cartagena Colombia

Mi nombre es Aracely Cañaveral Vélez Soy sobreviviente de la Unión Patriótica, movimiento político que fue exterminado por el Estado Colombiano, movimiento que fue sacado de la esfera política a sangre y fuego, movimiento que dejo muertos a lo largo y ancho de nuestro país a través del asesinato selectivo y masacres de la gran mayoría de sus integrantes. 
 
Inicie mi actividad sindical en 1981, y mi militancia política en el Partido Comunista Colombiano en 1982; viví en carne propia todo este genocidio, vi como caían uno a uno mis compañeros sindicalistas, estudiantes, campesinos, mujeres dirigentes barriales y comunales, profesores, activistas políticos y sociales, concejales, diputados, congresistas, y candidatos a la presidencia de la república por nuestro movimiento. 
 
Con gran dolor despedíamos uno a uno, a todos aquellos que prefirieron o soñaron que con la lucha política, podían en Colombia lograr un mejor futuro para nuestro país, un país sin desigualdades sociales, un país con salud educación y vivienda dignas para todos. 
 
Vi como corría la sangre de todos aquellos que creyeron que en este país se respetaba la oposición política y que creyeron era posible lograr nuestras reivindicaciones sociales y políticas por la vía electoral.

Hoy me pregunto ¿Cuántos muertos en todo el país? ¿Cuántos atentados a dirigentes políticos? ¿Cuántos exiliados? ¿Cuántos desaparecidos? ¿Cuántos decidieron coger las armas ingresando a las filas de los movimientos insurgentes? ¿Cuántos se marginaron de la lucha para conservar sus vidas? Muy pocos decidimos seguir trabajando en las ciudades y pueblos a sabiendas del riesgo que corrían nuestras vidas.

Yo tome la decisión de continuar trabajando en la actividad sindical, en las organizaciones sociales, de mujeres, en la educación proletaria a pesar que sabía que tarde o temprano me encontraría en la cárcel o con un sicario pagado para acabar con mi vida. 
 
Pudo más el amor por mi pueblo que el miedo, me arriesgue y seguí trabajando durante todos estos años, en el sindicato de Leonisa, empresa donde trabajaba y el posterior paso a Sintratextil, defendiendo los derechos de los trabajadores, en la Federacion Nacional Textil, en el Departamento Nacional de la Mujer en la CUT, con los usuarios de la salud ASUDESSA contra los malos servicios y atención de la salud, con las mujeres desplazadas a través de la organización Adelante Mujer, con la Sociedad Nacional de la Mujer de mujeres profesionales, con el Comité Paritario de Salud Ocupacional en la empresa Leonisa, con el Fondo de Empleados de la misma empresa, con la educación sindical a través de la Nueva Escuela Popular y Obrera NEPO, con los trabajadores informales a través de Sintraincomerciant y Unión General de Trabajadores Informales UGTI, en diversos seminarios y actividades sociales y sindicales. 
 
A través de todos estos años, desde el genocidio de nuestra Unión Patriótica, no ha cesado la persecución política ni los asesinatos, desapariciones y exilios de miles de dirigentes sindicales, sociales, políticos, estudiantiles y campesinos en nuestro país. 
 
Desde el 2004 he tenido señalamientos de distintos "informantes" que me han señalado de pertenecer a grupos insurgentes, dentro de los señalamientos que tienen servicios de inteligencia del Estado, se lee que hago parte de Sintratextil, Sintraintabaco Asudessa y de la escuela NEPO que mi trabajo es amplio y de masas, que todas esas organizaciones de las cuales hago parte son fachadas de la guerrilla, y dejo la aclaración que no tengo ningún vinculo laboral con Sintraintabaco y además resalto la gravedad de la acusación al decir que organizaciones sindicales y sociales sean fachadas de la guerrilla. 
 
Me encuentro detenida desde el 17 de enero del año en curso, en la Cárcel Distrital de Mujeres en la ciudad de Cartagena; ciudad que no había visitado jamás, señalada de concierto para delinquir, rebelión y narcotráfico, fui detenida en Medellín y trasladada de inmediato a esta ciudad, sin yo saber el motivo de mi detención y traslado y por qué? a responder por acusaciones en una ciudad que era desconocida para mí y dejando atrás y solas a mis dos hijas pues soy madre cabeza de hogar y a mi madre de avanzada edad.
 
Con mi detención queda demostrado una vez más que en este país no hay garantías para la verdadera oposición política y por eso quiero expresar una vez más mi rebeldía y el deseo de seguir luchando por una patria más digna, quiero seguir luchando por un sueño que tenemos muchos colombianos y colombianas que estamos convencidos que el futuro es nuestro y que nuestro país en un día no muy lejano la realidad que hoy tenemos se convertirá en una realidad de felicidad para todos. 
 
POR NUESTROS DERECHOS NI UN PASO ATRÁS. 
TODA UNA VIDA DE COMBATE. 
NO ESTAMOS TODOS 
FALTAN LOS PRESOS POLITICOS 
MOVILICEMONOS POR SU LIBERTAD. 
 
ARACELY CAÑAVERAL 
CARCEL DISTRITAL SAN DIEGO 
CARTAGENA COLOMBIA.